María Luisa Herreros García (Torrelavega, 1917 - Madrid, 1984)
De padre marmolista y madre costurera, María Luisa Herreros García inicia sus estudios en la Universidad Central de Madrid el año 1934. Se aloja en la Residencia de Señoritas, que, como la Residencia de Estudiantes de Madrid, se inspira en la Institución Libre de Enseñanza. El golpe de estado la sorprende en Torrelavega, su ciudad natal. Se matricula en la Escuela Libre de Medicina de la Casa de Salud Valdecilla, proyectada como Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (sic), que sumaba la Biblioteca de Marcelino Menéndez Pelayo como Facultad de Filosofía y Letras y la Estación de Biología Marina dirigida por el cabuérnigo Augusto González de Linares como Facultad de Ciencias. La Escuela Libre de Medicina tuvo escaso recorrido, pues habiendo sido inaugurada a finales de 1936, desapareció con la caída de Santander en el verano de 1937. Son sus dos únicas compañeras en la Escuela Libre de Medicina Rosario González Cadeló y Josefa Espeso Saiz, ambas de trayectoria truncada. A diferencia de ellas, María Luisa Herreros García retoma sus estudios al terminar la guerra, licenciándose en Psiquiatría y Neurología el año 1943. Ese mismo año comienza el doctorado en Neurociencia y Endocrinología, lo que le abre las puertas del Instituto Cajal, donde trabaja con Fernando de Castro en el estudio de la organización sináptica del sistema simpático. "Actividad funcional del ganglio cervical superior en relación al número y modalidad de sus fibras pregangliónicas: Modelo de la sinapsis", publicado en Trabajos del Instituto Cajal de Investigaciones Biológicas (ISSN 0020-3996), le vale el título de doctora, obtenido el año 1945. Disponible aquí. De esta revista la Biblioteca Marquesa de Pelayo conserva un nutrido fondo recientemente recuperado.
Laura Forster y Manuela Serra, ambas de primera generación, además de María Soledad Ruiz - Capillas y la cántabra María Luisa Herreros, discípulas de Gonzalo R. Lafora y Fernando de Castro, respectivamente, son consideradas las cuatro únicas científicas de la importante Escuela Neurológica Española liderada por el Premio Nobel Cajal.
Su interés por la Psiquiatría la conduce a colaborar en el grupo de investigación de Neuropsiquiatría de Gregorio Marañón, regresado este del exilio, en el Instituto de Patología Médica del Hospital General de Madrid. Publica varios artículos sobre posibles factores psicológicos en el desarrollo de problemas de tiroides, recomendando el psicoanálisis de pacientes como tratamiento complementario de las terapias endocrinas, abordaje absolutamente pionero.
En 1954 funda la Asociación Española de Psicoanálisis junto con Molina Núñez, Ramón de Portillo y María Teresa Ruiz. Al año siguiente participa en el XIX Congreso Psicoanalítico Internacional celebrado en Ginebra. En 1973 publica junto con su discípula María Luisa Morales Lo femenino y la vida instintiva, obra fundamental del feminismo español. En una entrevista publicada ese mismo año en Aragón Exprés, declara: "Lo cierto es que la mujer, sin autonomía, es un objeto para colocar en el lugar que convenga. El paternalismo ha utilizado a la mujer en su función complementaria, relegando al olvido su desarrollo personal". En 1976 funda PSIQUE, Asociación para la Investigación y la Aplicación de la Psicoterapia Psicoanalítica, clave en la formación de muchos profesionales. Es considerada introductora de las teorías de Jung en España.
Fallece en Madrid el año 1984 a causa de un linfoma de Hogdkin.
Fotografía de la ficha de alumna de la Escuela Libre de Medicina de la Casa de Salud Valdecilla (1936 - 1937) conservada en la Biblioteca Marquesa de Pelayo.