Dolors Aleu i Riera (Barcelona, 1857 - 1913)
Hija de familia acomodada, termina el bachillerato en 1874 y ese mismo año ingresa en la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona siguiendo los pasos de Maria Elena Maseras i Ribera, quien, tres años antes, se había convertido en la primera universitaria española en la misma universidad aunque ella, doblegada por las circunstancias, no llegará a ejercer la medicina. Dolors acude a clase protegida por dos escoltas contratados por su padre, Joan Aleu, doctor en Farmacia, jefe de la Policía Municipal, teniente de alcalde de Barcelona y gobernador general de Cataluña.
Termina los estudios en 1879 pero no la dejan presentarse al examen de licenciatura hasta el año 1882. Aprueba en abril. Sin solución de continuidad se doctora en la Universidad Central de Madrid con la tesis De la necesidad de encaminar por nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer, disponible de forma libre y gratuita gracias a la Universitat de Barcelona aquí. Esta tesis revisada fue publicada el año 1883 en La Independencia Médica, revista en la que siendo estudiante ya había publicado dos casos clínicos: "Escrofúlide ulcerada grave generalizada" y "Caso clínico de artritis reumática", en 1877 y 1878, respectivamente. De La Independencia Médica no hay ejemplares en bibliotecas hospitalarias, tampoco en la Biblioteca Marquesa de Pelayo, tan solo algunos números sueltos en la biblioteca de la Universidad Complutense y en la de la Universitat de Barcelona. Frente a La Independencia Médica se sitúan dos revistas médicas cuyas invectivas se dirigen contra la condición femenina de Dolors. Son El Siglo Médico (ISSN 0214-4239), con un nutrido fondo en la Biblioteca Marquesa de Pelayo, y El Anfiteatro Anatómico (ISSN 1131-1088), con ejemplares en la Complutense y en la Biblioteca Nacional de España.
Dolors se convierte no en la primera licenciada de España pero sí en la primera doctora. La leridana Martina Castells, que leyó tres días después su tesis Educación física, moral e intelectual que debe darse a la mujer para que esta contribuya en grado máximo a su perfección y la de la humanidad, fue la segunda. Maria Elena Maseras, citada anteriormente, no pudo aguantar la espera y, tras estudiar Magisterio, se dedicó a la docencia, ejerciendo como maestra en Mahón.
La tesis doctoral de Dolors se encuadra en la corriente higienista de la época. Persigue divulgar conocimientos relativos al cuidado de la salud, la sexualidad, la alimentación, el vestido y la educación requeridos por las mujeres para ocuparse de su propia salud y desempeñar sus funciones como madres o como profesionales. No es una visión plenamente moderna, aunque solo sea por dar pábulo a la falsa dicotomía entre madre o profesional, pero lo cierto es que es pionera en la defensa del derecho a la educación de la mujer, incluida la superior y entrando a considerar también a la mujer pobre.
"La vida de la mujer, desde los tiempos más remotos, viene siendo un martirio", dejó escrito en las primeras páginas de su tesis. "Nunca consentiría la mujer ser degradada si fuera más instruida", continúa. "No es de admirar que en los tiempos del oscurantismo se tratase mal a la mitad del género humano. Lo extraño, lo triste y lo ridículo es que continúe este martirio en pleno siglo de las luces", prolonga su crítica.
El año 1884 publica Consejos a una madre: Sobre el régimen, limpieza, vestido, sueño, ejercicio y entretenimiento de los niños, obra dirigida a las madres y al personal sanitario, sobre todo a las matronas.
Nada más doctorarse ingresa en la Sociedad Francesa de Higiene, pero las sociedades y agrupaciones médicas españolas le dan la espalda. Tiene que ganarse el respeto debido demostrando más que ningún hombre, igual que durante su época de estudiante. Abre consulta privada en Barcelona. Compatibiliza el ejercicio como médica especializada en Ginecología y Medicina Infantil con su labor docente en la Acadèmia de Ciències, Arts i Oficis per a la Dona abierta en la Rambla de Canaletas de Barcelona por la arpista Clotilde Cerdà i Bosh, importante activista y precursora del feminismo.
En 1911 muere uno de sus hijos con veintidós años, también él transido de vocación médica. Dolors abandona la docencia y no pasa más consulta. Se encierra en su casa de Barcelona. Fallece el año 1913, se asegura que de pena.